La mayoría de los neozelandeses tienen ascendencia europea, seguidos de los Maori, los oriundos de las islas del Pacífico y los chinos. Estos grupos están repartidos uniformemente por toda la geografía, creando grandes comunidades multiculturales a lo largo de todo el país.
En marzo del 2013, El Banco de Nueva Zelanda (BNZ) publicó un estudio que concluía que aproximadamente un nueve por ciento de las ventas de vivienda en Nueva Zelanda se hacían a extranjeros. El 18 % de los compradores eran del Reino Unido, el 15 % de China, y el 14 % de Australia; los siguientes en la lista eran compradores de toda Asia, países europeos (aparte del Reino Unido) y Sudáfrica.
Por ser la mayor ciudad de Nueva Zelanda, Auckland atrae mucho el interés de compradores extranjeros. La ciudad, que está separada geográficamente por dos puertos, ofrece una mezcla de estilo de vida y de oportunidad que convierte a muchos visitantes en residentes. Grandes oportunidades de inversión pueden encontrarse más al sur en ciudades como Dunedin, que cuenta con una enorme población estudiantil, y Christchurch, que está viviendo un boom de la construcción tras los terremotos del 2011.